En medio de esta espesa neblina, no puedo ver mi camino, pero puedo sentir las piedras, esas pequeñas y filosas, que juegan a hacerme sufrir, enterrandose en mis pies y lastimandome un poco mas de lo que les fue encomendadas...
Pero como no me escuchan quejarme...
Siguen en mi camino, gritandome e implorandome que llore, o por lo menos que me queje para que ellas hayan culminado con su trabajo.
Estoy descalza, mis pies desnudos recorren este camino... mi alma se encoge de solo imaginar la inmensidad que le espera,
Pero no me doy por vencida, aunque no veo en si mi camino, sigo paso a paso, a veces a pasos veloces, a veces disminuyo la velocidad por el dolor intenso que causa la sensacion de sentir clavadas en mis pies esas pequeñas quiza diminutas piedras, que a cada paso parecieran adherirse a mi piel...
En ocaciones no siento mis pies o ignoro el dolor, solo con la ilusion en mi cabeza del camino lleno de luz, que me espera mas adelante, suelo con frecuencia cerrar mis ojos e ignorar la oscuridad, la humedad de niebla, las piedras que se aferran a mis pies...
Si, parece que alcanzara el cielo con solo un pensamiento, con solo cerrar mis ojos y dejarme llevar por mis anhelos, dejarme vencer por el cansancio y el tedio... y la desesperacion.
Pareciera que en la vida mornal el tedio y la desesperacion son mis enemigos, pero en esta ocasion, son mis aliados, al cerrar mis ojos y dejarme dominar por ellos, tomando de sus manos y me llevan a volar, ya no siento dolor, no hay no hay mas lagrims en mis ojos, no hay mas sufrimiento, pues llego la resignacion...
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